Que Luna Manzanares tiene tremenda voz, y personalidad para matizarla no es secreto: que encima tiene mucho que contar -y cantar- es algo que tampoco sorprende mucho, sobre todo si has tenido el privilegio de conversar con esta linda cubana.
Reconocida en los circuitos habaneros, ahora encara otra prueba de fuego ante el duro público santiaguero, que si le gustas te lo dice, y si no... también...
Sin embargo, tiene todas las papeletas para salir airosa en su gira por Santiago de Cuba, donde adelantó que explorará nuevas sonoridades para ampliar su registro, pero sin abandonar la estética que la consagró.
El propósito, explica con inapelable lógica, es ampliar su rango de seguidores: si especializarse es bueno, diversificarse mejor. Además, lo dicho, le sobra talento para pasearse por el diapasón de posibilidades entre lo acústico y lo electrónico.
De hecho, en Cuba muchos comenzamos a escucharla versionando a los Beatles, pero también se atreve con el bossa, la música coral, la trova tradicional, la nueva, la novísima e incluso la post-trova. Una auténtica todo-terreno vocal.
A sus 27 años, debuta como entrenadora de los jóvenes que concursan en el "talent show" Sonando en Cuba, donde recibe en la medida que da. Además, recién firmó un contrato de exclusividad con la Egrem, preludio de nuevos éxitos discográficos.