El estudio de Iátalo René Expósito (La Habana, 1978) en el habanero barrio del Vedado es un espacio mínimo que se extiende desde el jardín al portal, y hasta la sala, lo que generosamente incluye de inmediato al visitante en la obra del artista. Iátalo es conversador, pero solo luego de una provocación.
Para comenzar una pregunta que quizás no espera.
¿Te firmas solamente Iátalo?
Eso varía, a veces pongo Iátalo, a veces Iátalo René, otras Iátalo René Expósito. Es el mismo Iátalo, aunque sí, ha variado con los años.
Hablemos de tus estudioshellip;
Me gradué en San Alejandro y estuve tres años en el ISA (Instituto Superior de Arte). La academia la he venido a estudiar ahora. Entonces la detestaba, odié siempre el dibujo académico, lo hacía, lo superaba y tenía que aprobar
un examen y está bien, es parte de los rigores de una escuela, pero nunca me interesó como arte. Me vine a interesar después.
Entremos en los temas de tu pinturahellip;
El tema principal de mi pintura es el hombre y sobre todo el hombre en Cristo, en los últimos tres o cuatro años de trabajo. El hombre en esa experiencia, que no está fuera del pecado, de la vida, del extravío humano.
¿Consideras que la pintura debe contar una historia?
Siempre dice algo. De hecho, lo que tiene de interesante el arte para mí es que está fuera de lo personal, formas parte de algo y lo compartes, ya no como individuo, no es mío con mis intereses personales. Dice algo pero que no tiene que ver directamente con mi persona, es algo que se comparte. Ves algo que fue el momento de algo esencial. Para mí lo que hace una obra de arte es que está más allá de una experiencia individual, es lo que siente un grupo humano, una época.
Estabas tallandohellip;
Es en lo que estoy trabajando ahora. Siempre tuve esta ambición desde que vi La Pietá en el Vaticano. Primero tallé una piedra grandísima de mármol Siboney, la titulé Renacimiento, es el hombre en medio de la creación. Es una escultura muy simbólica, que nació también así espontáneamente, pero con una precisión. Cuidé cada símbolo, el hombre entre el león y el cordero. Ahora voy a tallar diez lozas de mármol de Carrara, un privilegio hoy en día para cualquiera, minas que están, si no agotadas, al menos clausuradas. Como son diez piedras me dio la idea de hacer diez mandamientos, pero no los del Viejo Testamento de los hebreos, los diez mandamientos que tienen que ver con el evangelio de Cristo. En eso estoy.
Me comentabas de una personal en Rigahellip;
Sí, ya los cuadros están allá. Será en noviembre y la han titulado Good luck, Cuba. Es la primera en pintura fuera de Cuba. Son cuadros de la última etapa. Una serie que hice en las pascuas de 2012, visualmente muy fuerte, muy acabada. El tema principal son las relaciones amorosas con un toque erótico. Cristo que cae en la carne, en el amor, pero sin abandonar la cruz. Utilizo la desnudez que es un elemento patético y la convertí en algo bello, sensual, amoroso. Son ocho cuadros de gran formato.
Iátalo René Expósito fue veraz, el tema principal de su arte es el hombre, sus pasiones, su relación con la naturaleza.
¿Cúles exposiciones, colectivas o personales, destacarías?
Entre las colectivas, la que se hizo en el Centro Félix Varela sobre la Virgen de la Caridad. Incluyeron una escultura y una pintura mías. También la colectiva en la Bienal de San Petersburgo-2011. Cinco pinturas de la etapa del paisaje, con un sentido del humor. Personalicé las flores, la hierba, la montaña. Y entre las personales, tuve un proyecto en el restaurante Atelier. Me interesó para la visualización sui géneris de mi trabajo, ya en la etapa de la pintura cristiana.