En la zona del Caribe que comprende a México y Centroamérica ha surgido una derivación fecunda y original del movimiento conocido como Ratafari. Se trata de los Rastas Mayas, el resultado de la mezcla cultural de las migraciones de pobladores negros procedentes de las islas caribeñas que han llegado hasta esa región donde perduran profundas huellas de la civilización Maya.
El movimiento Rastafari es mucho más que un movimiento cultural; es una filosofía, una estética y un original planteamiento alternativo que cuestiona al sistema capitalista. El rastafarismo se ha extendido en todo el mundo. Hay rastas arios, orientales, negros, mestizos, que de una manera u otra plantean una nueva manera de vivir y de interrelacionarse.
A diferencia del maltrato que los inmigrantes negros recibieron en territorios de México como Guerrero, Oaxaca y Veracruz, donde fueron marginados y excluidos, las comunidades mayas se comportaron notablemente benévolos con ellos a su llegada a Quintana Roo y a otras localidades en el sureste del país. Los mayas tienen una tradición hospitalaria que ha sobrevivido durante siglos.
Con el movimiento social maya de 1847 en México, conocido como Guerra de castas, millares de ellos huyeron de esa contienda y se refugiaron en Belice, Guatemala y Honduras. Estos mayas, que ya tenían antecedentes de sangre negra, se mezclaron con los negros Garífunas en esos países y es con ellos que surge el Rasta Maya, gentes orgullosas de sus raíces mayas, negras y latinas.
El término Rastafari es tomado del nombre original de Haile Selassie (Tafari Makkonen, hijo Ras Makkonen) el primer emperador negro de &Aáfrica, que rigió los destinos de Etiopía durante cuatro décadas y referente ineludible de los pioneros de esta doctrina que tuvo como su exponente más sobresaliente al afamado músico jamaicano de reggae Bob Marley.
El 11 de mayo de 1981, Marley falleció a los 36 años en la ciudad de Miami víctima de cáncer. &Eál tuvo funerales de Estado. Su tumba es hoy una de las mayores atracciones en Jamaica y su memoria forma parte del patrimonio nacional.
Hijo olvidado de un militar blanco británico y una negra jamaicana muy religiosa, también su música era altamente mestiza. Basta con comparar los discos que hizo en Jamaica a partir de 1965 con los álbumes editados con el sello Island desde 1973.
Los rastas son poetas, músicos, filósofos, pero sobre todo son profetas de una nueva fe y de un nuevo concepto del hombre. Es una curiosa mezcla de mesianismo y arte negro. Esta singular semilla ha sido cultivada en los últimos años en la zona maya por Wisdom Ogbor un inmigrante africano nacido en Nigeria y que reside en México desde hace 13 años.
Durante este tiempo formó la banda musical Roots and Wisdom, dedicada principalmente al tradicional ritmo reggae, y ha producido seis álbumes: King zugos clan, Acoustic, Bicycles for rasta mayas, &Aáfrica Fe, &¿Entienden espangles? y Negro Yanga.
En el año 2002 Wisdom adquirió una propiedad en la Ciudad de Felipe Carrillo Puerto y fundó allí el centro de la cultura Afro Maya A.C, una institución sin fines de lucro y cuyo fin es establecer programas de estudio de los mayas de México, Guatemala, Belice y Honduras, así como de las comunidades africanas, además de proponer el intercambio musical y cultural entre ambos continentes mediante cursos y publicaciones multimedia.
Este centro también tiene el proyecto de difusión turística Real roots international magazine, con videos de los atractivos turísticos y culturales del mundo maya.
A su vez, la banda Roots and Wisdom interpreta piezas musicales en diferentes lugares turísticos de la Riviera maya y de Quintana Roo, y ocasionalmente en bares de Carrillo Puerto, como la Baticueva, donde alternan con músicos locales.
Sus interpretaciones del reggae de Bob Marley llegan a la audiencia con su mensaje alternativo de una nueva vida y una nueva idea del hombre; un hombre sin ataduras ni prejuicios, un hombre universal sin color y sin temores.
Para quienes llegan a estos parajes de la Rivera maya encontrarán vivo el mensaje y ritmo novedoso del autor de No woman, no cry, con la misma fuerza innata con la que conmovió de emoción a multitudes en diversos escenarios del mundo.