Unas 20 000 personas de todo el mundo, principalmente de Europa, llegan a Quintana Roo para nadar junto al pez más grande de los océanos, en las aguas de las islas Holbox y Contoy
No hay que adentrarse mucho en el mar. Basta alejarse 20 millas náuticas de la costa, desde Punta Sam, para encontrarse cara a cara con el más grande de todos los peces: el tiburón ballena. Ver y tocar a este dócil gigante es una de las experiencias más extraordinarias que uno puede vivir en el océano.
Su gran tamaño, y su enorme boca frontal lo hacen inmediatamente reconocible y puede ser visto vagando tranquilamente cerca de la superfi cie en las cálidas aguas de nuestro estado. Su alimentación se basa principalmente en plancton y también en bancos de peces pequeños y calamares. A diferencia de los tiburones peregrinos, que simplemente fi ltran vastas cantidades de agua a medida que nadan, los tiburones ballena activamente succionan a su presa antes de fi ltrarla efi cientemente y, a veces, son vistos en grupo alimentándose de grandes concentraciones de comida. Aparecen regularmente en los mismos lugares en momentos específi cos del año, probablemente, para capitalizar el fl orecimiento del plancton y eventos tales como el desove del coral.
Estos tiburones se han convertido en el punto central de la industria del ecoturismo. Cada año llegan a este destino turístico aproximadamente 20 000 personas para vivir esta aventura, cuenta Diego Quintas, uno de los propietarios de una empresa líder en el ramo, cuyas ofi cinas centrales se encuentran en Playa del Carmen. &Los que más solicitan esta travesía son, en su mayoría, europeos, aunque hemos llevado en los seis años que tenemos haciendo este tour, a personas de todas partes del mundo. &¿Quién no querría ver de cerca a estos peces maravillosos?", pregunta Diego Quintas, afi rmando su pasión por la vida del mar.
Nadar junto al pez más grande del mundo se puede hacer realidad en pocos destinos como Australia y Belice; sin embargo, el área entre Isla Holbox e Isla Contoy es el más privilegiado, ya que es adonde llega la mayor población del mundo de esta especie.
55 Minutos también conversó con Eduardo Pacheco, licenciado en turismo y organizador de tours para Holbox Travel, una empresa que, por ser de la zona, ofrece todo tipo de excursiones en la Isla Holbox, con el máximo conocimiento del área.
¿Se sabe por qué llegan a nuestras costas? &Se cree que es una especie migratoria, por lo que no se sabe con exactitud de dónde vienen o a dónde van, pero sabemos que les gusta vagar en aguas templadas y mares tropicales alrededor del mundo".
Ustedes afi rman que Holbox es el mejor lugar para apreciar esta especie, &¿por qué? &La presencia de los tiburones ballena en el verano, entre el norte de la Isla Contoy e Isla Holbox, se debe al agua cargada de nutrientes que genera una gran cantidad de alimento disponible; por este fenómeno, este lugar se convierte en el mejor para observar a través de un recorrido en lancha la dinámica de la especie".
¿Cúnto llega a medir un tiburón ballena? &El tiburón ballena es el pez más grande que existe en el planeta, puede crecer hasta los 15 metros de longitud, o más, y podría pesar hasta las 12 toneladas".
¿Es una especie protegida? &Sí, aunque actualmente se sigue capturando, especialmente para comercializar la gran cantidad de aceite que guarda su hígado (un macho adulto puede contener hasta 1 600 litros de aceite) o para comer su carne. Pero esas personas no tienen en cuenta que su valor es otro, ya que resulta ser un óptimo atractivo turístico. Se calcula que solo los buzos de Estados Unidos gastan anualmente alrededor de 1,4 billones de dólares en viajes de buceo para apreciar a este apacible gigante de movimientos cansinos, que permite a los buzos acercarse hasta el contacto, convirtiéndose en una experiencia única, que los empuja a cruzar el mundo para poder, simplemente, acariciar su rugosa piel".
Junio, julio, agosto y septiembre, los mejores meses para el &encuentro" Diego Quintas, gerente general de Ocean Tours, llegó como otros tantos buzos a las tibias aguas del Caribe, pero después de sentir el candor de este mar, decidió quedarse para hacer de esa aventura su pan de todos los días.
La primera vez que vi un tiburón ballena fue en mi primer día como instructor de buceo y mi primer buceo en Tailandia; fue algo que no podía creer. El tiburón estaba quieto, a 15 metros de profundidad. Al llegar a México, hace 10 años, escuché que existía un tour en Holbox, donde podías nadar con estos peces. En ese entonces trabajaba de instructor de buceo en Playa del Carmen. Me escapé dos días y fui hasta la isla, donde dormimos, y al día siguiente, fue mi primera experiencia en México con los tiburones ballena. Ese día fue el mejor de mi vida, no creía lo que veía: eran más de 15 tiburones, delfines, mantas y tortugas", recuerda exaltado con su inconfundible acento argentino.
Fue tan fuerte mi experiencia que me dije a mí mismo: esta experiencia la tiene que tener más gente, y yo, tengo que ver esto más seguido. Era el año 2005, y desde entonces, comencé a organizar este tour. Nuestro primer año llevamos 280 personas, y hoy día, son más de 5 000 por temporada".
¿Cómo es la dinámica de estos paseos? &Acompañados de un experto en el tema, nuestros clientes reciben toda la información necesaria para entender el comportamiento de esta especie, y una vez familiarizados, descienden del bote acompañados de un guía para esnorquelear y ver de cerca al tiburón ballena".
Su tamaño es muy imponente, &¿la gente no teme acercárseles? &La experiencia es verdaderamente asombrosa, sin embargo, no hay que temer, ya que este tiburón se alimenta exclusivamente de diminutos organismos conocidos como plancton, por lo que son completamente inofensivos para los humanos".
¿Cúl es la mejor época para apreciarlos? &Los mejores meses para observar y esnorquelear con estos fantásticos animales son junio, julio, agosto y septiembre".
Vemos que es usted un fanático del tiburón ballena… &El tiburón ballena es el pez más grande que existe en el planeta, es realmente imponente, pero a pesar de su aspecto, es muy dócil y gentil, no se asusta cuando se le aproximan buzos o nadadores a ‘snorquelear’ con ellos, es una experiencia única e inolvidable, por eso la recomiendo al ciento por ciento".
El tiburón ballena es una de las tres especies de tiburones que se alimentan mediante un mecanismo de filtración de agua, junto con el tiburón peregrino, y el tiburón boquiancho. Se alimenta principalmente de fitoplancton, necton, macro algas, y kril, pero a veces también lo hace de crustáceos como larvas de cangrejo, calamares y bancos de peces pequeños, como las anchovetas, sardinas, caballa y atún. Los numerosos dientes de que dispone no juegan papel determinante en la alimentación. De hecho, son de reducido tamaño. Esta especie, a pesar de su enorme tamaño, no supone peligro alguno para el ser humano. Son bastante cariñosos, y suelen ser juguetones con los buceadores. Este tiburón es observado, además de en nuestras aguas, en las Islas de la bahía de Honduras, en las islas Maldivas, las islas Galápagos, en Filipinas, Tailandia, el Mar Rojo, Ningaloo Reef e Isla de Navidad de Australia Occidental, Tofo Beach en Mozambique, y la bahía de Sodwana en Suráfrica. La mayor concentración de tiburones ballena en el mundo se encuentra en Filipinas.