El presidente del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, Iván Giroud, inauguró la 42 edición de la cita con homenajes y agradecimientos al esfuerzo de los médicos, los científicos y el gobierno de Cuba.
El especialista subrayó que la presente cita está signada por una pandemia que ha dejado en su destructivo paso por el mundo un millón y medio de muertes, de economías destrozadas, vidas rotas, proyectos pospuestos.
Si hoy nos encontramos inaugurando el Festival es gracias al trabajo, el esfuerzo y el sacrificio de nuestros médicos y científicos y a la propia y eficaz política del gobierno, que logró articular los pocos recursos disponibles con los más relevantes avances de nuestras ciencias, convocando una y otra vez a la responsabilidad ciudadana, afirmó.
A la vez, el directivo reconoció que esta edición no sería posible sin el apoyo de cineastas de todas partes que entregaron sus obras para, esta vez, acompañar el evento desde sus países, y agradeció a todos ese noble gesto.
La familia del cine latinoamericano este año ha sufrido notables pérdidas, sostuvo Giroud y, entre algunas, citó la del cineasta argentino Fernando Pino Solana y el mexicano Paul Leduc, figuras paradigmáticas del movimiento del nuevo cine latinoamericano, premiados en la séptima edición del Festival con el Primer Premio Coral.
A esa lista, añadió los nombres de Juan Padrón, creador de Elpidio Valdés, y máximo exponente del cine de animación en Cuba; el célebre historietista argentino Joaquín Lavado (Quino); el crítico, documentalista y maestro cubano Enrique Colina, y Paco Prats, pilar de la producción del cine de animación en Cuba.
También, lamentó el reciente fallecimiento de la talentosísima actriz cubana Broselianda Hernández.
A ellos, les estaremos dedicando estas jornadas del Festival de La Habana, atestiguó.
De acuerdo con Giroud, el cine cubano intenta levantar vuelo en medio de tantos contratiempos y, durante el Festival, se darán a conocer los proyectos ganadores de la primera convocatoria del Fondo de Fomento del Cine Cubano.
El presidente del festival comentó que la película a proyectarse en la gala inaugural, La última cena, de Tomás Gutiérrez Alea, fue restaurado por el archivo de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, en ejemplo virtuoso de cúnto puede construirse cuando trabajan por un mismo objetivo instituciones de países tan próximos y tan distantes.
Giroud confirmó que la edición 42 abre sus jornadas en diciembre; pero continuará en marzo con la competencia por los Premios Corales.
La cultura, el cine, están en peligro y no es momento de posposiciones. Espacio que cedamos lo ocupará la vulgaridad y la mediocridad, al anti-intelectualismo y la barbarie, sustentó, en el cine Acapulco, de esta capital.
En tiempos de pandemia y de retos globales, no existe otra vía para encauzar el desarrollo del espíritu humano que colocar a la cultura –que incluye a la ciencia- en el centro de esta encrucijada. Solo así, estaremos listos para enfrentar la avalancha del neoliberalismo y de otros fundamentalismos de diferentes siglos, que hoy nos acechan, concluyó.