La náutica recreativa en Cuba está de fiesta. Esta afirmación tiene como elemento probatorio, la realización a mediados de junio de este año del 66 Torneo Internacional de la Pesca de la Aguja Ernest Hemingway.
Evento ya tradicional, este se convirtió en uno de los más concurridos no solo de la historia del propio encuentro, sino de los que se realizan en el orbe.
Cerca de 500 pescadores de todo el mundo rindieron homenaje al novelista norteamericano Ernest Hemingway, al competir en uno de los torneos de captura de la aguja más antiguos del planeta.
La edición 66 transitó con todo éxito, pues estuvieron presentes más de 90 embarcaciones, de las que por primera vez unas 87 llegaron de Estados Unidos.
El certamen, creado en 1950 en vida del escritor, constituye uno de los más relevantes de su tipo, ahora impulsado tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana (2014).
Con cuatro jornadas de pesca y una intermedia de descanso, que muchos aprovecharon para hacer turismo, esta versión fue catalogada por los organizadores como la mayor de toda su historia, y prácticamente prémbulo de torneos aún más concurridos.
Organizada por el Club Internacional Hemigway, en la marina también lleva el nombre del autor de El Viejo y el Mar, tiene su escenario en aguas frente a La Habana, ciudad que cada vez se pone más de moda.
El animador principal de la lid, el comodoro José Miguel Díaz Escrich, resaltó la magnitud de esta edición, en un año que tiene previsto cerrar con 16 encuentros de náutica recreativa, solo provenientes de Estados Unidos. La competencia establece el reglamento de marcar y soltar, y lleva el visto bueno de la Federación Internacional de Pesca (IGFA) con sede en Estados Unidos, y a la que Cuba pertenece. Como nómina de competición estuvieron, además, los equipos de Lituania, Canadá, Argentina, Rusia, Holanda, Reino Unido, México, Puerto Rico, España, Italia, Francia y Cuba.
Incluso, participaron experimentados deportistas como el capitán del barco Azteca, el dos veces campeón de esta copa Erick Gamboa, quien consideró que se trata de un verdadero honor asistir a un certamen de tal naturaleza. También pescó en aguas cubanas el puertorriqueño Roberto Rosado, en su segunda presencia en el Hemingway, torneo que calificó de maravilloso.
El Torneo Hemingway sobresale entre los más antiguos del orbe junto a la Copa Mundial del Atún, en Nueva Escocia, y el Torneo del Sábalo, en México.
El evento, respaldado por la IGFA, forma parte de un circuito global para acumular puntos. Este año la novedad consistió en una mayor presencia de estadounidenses, pese a que aún persisten las limitantes a los viajes libremente desde el norte hacia Cuba. No obstante, el torneo constituye todo un símbolo de la hermandad entre pescadores de los dos países.
Precisamente, Ernest Hemingway constituye una especie de sello entre cubanos y norteamericanos; al recibir la medalla del Premio Nobel de Literatura (1954) se reconoció como &un cubano sato", en sus propias palabras. El litoral norte occidental cubano significa un trayecto marinero favorable para la pesca de peces de pico, e incluso una parte de la corriente del Golfo de México fue bautizada como la Milla Hemingway. El novelista estudio y escribió sobre el particular, y canonizó esa zona de pesca con su actividad, por sus insistentes viajes y el enfrentamiento a esos peces.
Como parte del 66 Torneo, el Club Internacional Hemingway de Cuba y el Ponce Yacht and Fishing Club de Puerto Rico firmaron un Acuerdo de Amistad, en presencia de los nietos del escritor estadounidense John y Patrick Hemingway, también pescadores, y con varias visitas a la Isla.
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