A fines del siglo XX y como un buen augurio para la investigación científica en el tercer milenio, exactamente en 1998 el grupo el Grupo de Espeleología y Deportes de Aventura (GEDA), inició los estudios de una cueva bautizada con su nombre, pero escrito de que pareciera un hermoso apelativo femenino.
Se trataba del más importante hallazgo del grupo, una espelunca de unos 5 km de longitud, localizada en la Sierra de la Guasasa, y resultaba un conjunto kárstico de calizas grises jurásicas, cercano al norte del poblado hermoso de Viñales, de gran potencial turístico en la occidental provincia de Pinar del Río.
Su acceso principal se encuentra en la ladera oeste de la sierra, a una altura de 70 m sobre el nivel del Valle de San Vicente y 210 sobre el nivel del mar.
La primera etapa de investigación concienzuda de la Cueva Geda, de unos 10 años, arrojó el hallazgo y extracción de más de 250 especímenes pertenecientes a 18 especies de mamíferos extintos y vivientes del período cuaternario cubano.
Tales vestigios fueron más adelante clasificados y datados en el Instituto de Ecología y Sistemática de la Habana, adonde fueron llevados para su estudio.
El estudio constató la existencia en la gruta de un depósito fosilífero que contiene 18 especies de mamíferos de los órdenes Pilosa, Soricomorpha, Rodentia y Chiroptera, los cuales representan cuatro de los cinco órdenes y el 46,15 % de las especies registradas para el occidente de la Isla de Cuba, durante el Pleistoceno superior Holoceno.
Muy interesante resultó que la mayor parte de los ejemplares conservaban las osamentas completas y organizadas anatómicamente, todas discretamente distribuidas en los dos niveles de galerías de la caverna.
Sin embargo, los analistas no hallaron evidencias de que los mamíferos del área empleen permanentemente la mentada espelunca.
Ellos estimaron que posiblemente debido a condiciones climáticas severas esa fauna se vio obligada a refugiarse en la gruta y allí quedaron atrapadas tras varios desplomes o derrumbes, los cuales clausuraron las salidas naturales.
Muy interesante e invaluable para la disciplina de la espeleología cubana ha resultado la singular aventura y experiencia de la Cueva Geda, situada en un entorno natural tan privilegiado y más teniendo en cuenta que este tipo de formaciones albergan a su vez estructuras secundarias únicas en el mundo, Además, muestran y conservan una parte del universo paleontológico de la fauna extinta y el legado arqueológico de aborígenes y cimarrones en una provincia cubana no llamada en balde la “La Capital del Carso Cubano”, pues los expertos han encontrado en sus grutas y relieves auténticos tesoros.
Es bueno precisar que en el Parque Nacional Viñales se localizan los dos sistemas cavernarios más grandes de Cuba, uno nombrado campechanamente Palmarito, con más de 60 km de extensión y la famosa Gran Caverna de Santo Tomás con 45 Km.
Volviendo a la Geda, ese reservorio de fósiles de animales ya extintos, pertenecientes a todos los géneros de edentados descritos para el Cuaternario cubano.
Y es sobresaliente por la verdadera cristalería de que dispone formada por estalagmitas, estalactitas, helictitas, rosas de cristal, cinter, gours, paletas, columnas... que ha hecho considerar a los expertos que alberga numerosos espeleo temas poco vistos en otras formaciones cavernarias.
CubaPLUS Latinos
CubaPLUS Guyana
CubaPLUS Travel